miércoles, 6 de junio de 2007

Coincidencia y ego.

Las coincidencias son parte importante en las historias de mi vida y ya no me aterra el que sea tan, pero tan increíble cuando alguna coincidencia nuevamente se presenta.

En la U hay un chico que se llama Manuel, es bien piola y simpático, cuando nos encontramos en los recreos conversamos un rato y arreglamos el mundo, el otro día lo noté raro, medio alejado y lo dejé ser nomas. Una compañera me dijo que yo era tonta y que no me daba cuenta de que me miraba con ojos de cordero degollao. No le creí.
La semana pasada nos encontramos varias veces, me dijo que necesitaba hablar conmigo, pero siempre que pude él salía casi corriendo, no le di mucha importancia. El día viernes estando en la cafetería, me di cuenta de que el manu me buscaba la mirada entre la gente y que al saludarlo sus ojos sonrieron así como cambiando de forma; conversamos de música y hablamos de Silvio Rodriguez, de Victor Jara, de la Violeta Parra, de Gepe y entre éstos derrepente aparece el nombre de Manuel García... - lo conoces? - me pregunta. Pero claro que porsupuesto que sí, le digo- de hecho mi novio se consiguió el disco completo. Se terminaron los puchitos y nos despedimos... juntémosnos la otra semana - me dijo- tengo que contarte algo. y en eso quedamos...
Ésta semana lo vi varias veces en la universidad pero los tiempos cada vez se hacen más cortos, el lunes sólo alcancé a saludarlo y el martes, nos fumamos un cigarro pero no hablamos mucho, hoy miércoles me lo encontré en el pasillo...

Te busqué en la mañana, no viniste?
...
nop.

Yo se que te dije que tenía que contarte algo, pero se me hace mas fácil de esta forma...
...
yap??? ( y me entrega un papel)

después conversamos de eso.

y así, sin más se fue. Mi sorpresa fue gigante al encontrarme escrito en el papel que me entregó, la letra de una de las canciones de Manuel García, que en realidad dice mucho y que me dejó como cabra de 13 años en el patio de la escuela, comiendome un topo gigio rojo caminando pa la casa...



Al amanecer el árbol dio su flor
y cantó el ave en todo su esplendor
tu canción
y al despertar no pude decir dos
pero recordé como era tu voz
diciendo amor

flores van girando en torno a ti otra vez
giran como gira espuma en el café

y pensé en tu rostro mientras me lavé
y te vi denuevo en el agua que se fue
lluvias van callendo en torno a ti también
caen como cae azúcar al café


y la tarde fue más rara aún porque
caminé sin rumbo hasta que me encontré en el puerto
y al atardecer creí en el cielo ver
tus ojos


antes de acostarme y soñar después
contigo
escribo esta carta y tomo un café
y en su espuma gira lo que no alcancé
a decirte
muy bien